Kintsugi

Kintsugi

Probablemente, muchos han visto o compartido en redes sociales alguna referencia al kintsugi. Para quienes no lo hayan hecho, se trata de una técnica japonesa que consiste en reparar fracturas en piezas de cerámica de forma que las roturas queden resaltadas con polvo de oro. La belleza del kintsugi reside precisamente en eso: las grietas no se ocultan, se exhiben, como parte esencial de la historia del objeto.

La metáfora que propone esta práctica encuentra una resonancia directa en la obra de Celeste Blanco. Su libro, Kintsugi, aunque breve en extensión, contiene un corpus denso, cargado de sentido, que invita a una lectura detenida y reflexiva. El volumen se divide en dos partes: Aqua Regia y Lapis, unidas por un hilo temático y simbólico que articula la experiencia de la ruptura y la reparación, tanto literal como metafórica.

Aqua Regia, como sustancia corrosiva compuesta por ácidos clorhídrico y nítrico, remite a un estado de inestabilidad y transformación. Lejos de presentar escenas de violencia explícita, los poemas de esta primera sección habitan una zona de suspensión, de espera entre dos tiempos indefinidos, una especie de intervalo cargado de tensión emocional. La imagen del arcano XII del tarot, “El Colgado”, se hace presente como figura de sacrificio, pero también de reconfiguración. El agua es un elemento recurrente, presente en llantos, goteras, líquidos domésticos, evocando tanto fragilidad como continuidad. Versos como “Nada ayuda a entender / cuando el miedo te toca / en la espalda, te sentís / igual que un perro / cuando tiene miedo” confirman la densidad emocional con la que se exploran temores íntimos e inasibles.

La segunda parte, Lapis, contiene once poemas que funcionan como un cierre simbólico. El tono se torna más liviano, la atmósfera se abre y circula. La presencia del color azul sugiere una depuración o un nuevo comienzo. Poemas como “La ferretera se ajusta / la faja levanta la persiana piensa / que debería pasarles el plumero / a los objetos de la vidriera y teñirse / las raíces” indican un regreso a la rutina, a lo cotidiano, pero desde otro lugar, como si lo vivido anteriormente hubiera transformado la mirada.

Kintsugi es, entonces, un libro que señala las fracturas sin esconderlas, que subraya lo roto para dignificarlo. Su voz lírica, en ocasiones en diálogo con figuras femeninas como la ferretera o la administradora, propone una estética de lo dañado reparado, de la memoria que no se disimula. Como se afirma en uno de los poemas: “vamos a sellar las roturas / y a hacer que resplandezcan”.

Si bien cada lector encontrará su forma personal de abordar la obra, la estructura que propone Blanco cobra especial sentido cuando se sigue en orden. La progresión de las secciones refuerza el recorrido temático: del dolor contenido a la reaparición del movimiento, de la rotura a la recomposición. La pregunta final del libro resume con ironía y profundidad el espíritu de la obra: “Para analizar las cosas / ¿es necesario hacerlas pedazos?”

Kintsugi (2016)

Autor: Celeste Blanco

Editorial: SubSur

Género: poesía