
Muchos de los cuentos de Isidoro Blaisten transcurren en espacios cerrados. A veces se trata de casas, como la mansión decorada con muebles finlandeses por la Toti en “El crimen del diputado Estigmetti”, o el departamento que funciona como refugio de un mujeriego empedernido en “Adriana subiendo la escalera”. Otras veces, el escenario es un bar o una librería: en realidad, siempre la misma, la de “Cerrado por melancolía”, aquella que el propio Blaisten administró en su vida real hasta que las dificultades económicas y un cansancio más existencial que físico lo llevaron a cerrarla. Incluso Boedo, el barrio que eligió como propio, funciona en varios relatos como un refugio íntimo, como si, para el autor, narrar el mundo fuese menos importante que tener claridad sobre el lugar desde donde se lo narra.
En su obra, suele establecerse una frontera entre el adentro y el afuera: dos ámbitos que apenas se tocan, y solo cuando ya no queda otra alternativa. Lo que sucede en el interior permanece contenido; lo que ocurre afuera se observa de lejos, a través de una rendija, una ventana o el marco de una puerta. *Carroza y reina*, reeditado treinta años después de su primera y única publicación, recupera esos temas recurrentes. Los relatos que componen este volumen son, en muchos casos, esbozos o variaciones de cuentos publicados en otros momentos.
La historia de una ama de casa atrapada en un proceso compulsivo de redecoración, mientras la acecha un vacío inexplicable, se actualiza en “La última decoración”, donde un giro inesperado empuja la narración hacia el terreno de lo fantástico. “Lotz no contesta” y “Te estaré esperando” exploran tragedias súbitas y malentendidos que nunca terminan de aclararse, instalados en la cotidianidad compartida. En “Permiso, maestro” y “El tiempo que ni vuelve ni tropieza”, se despliega una sátira dirigida a los pretenciosos del mundo literario, esos personajes que en el universo de Blaisten suelen estar —o parecer estar— cómodamente sentados en sillones lujosos. Incluso “Epílogo y otras maneras” funciona como una elegía a aquella librería ya desaparecida, mientras a su alrededor se desmoronan una época, un barrio y quizá todo un país.
Con su característico humor irreverente y el dominio de un género que lo convirtió en uno de los más destacados “maniáticos y relojeros” de la narrativa argentina de la segunda mitad del siglo XX, Isidoro Blaisten vuelve a escena con uno de sus libros menos recordados. Sin embargo, su lectura tiene el efecto de un regreso: al origen, al espacio familiar, a ese lugar desde donde siempre contó sus historias.
Carroza y reina (2016)
Autor: Isidoro Blaisten
Editorial: Mil Botellas
Género: cuentos